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martes, 14 de mayo de 2019

Contenidos bajo lupa

De todos es sabido que la información puede ser un arma de doble filo y hay que manejarla con prudencia para que no acabemos agobiados.

La Era Tecnológica en la que vivimos actualmente ha dado nacimiento  palabras nuevas como la e infoxicación. Este término de nueva creación puede ser definido como el hecho de contar con demasiada información como para poder tener un criterio personal adecuado o ser capaz de tomar una decisión. 

Según Wikipedia a la infoxicación también se la denomina 
sobrecarga informativa o "infobesidad" y consiste en contar con demasiada información para tomar una decisión o permanecer informado sobre un determinado tema.
En los tiempos en los que vivimos cada vez corremos más riesgo de infoxicarnos por la cantidad ingente de “ruido” informativo que hay a nuestro alrededor. Todos nos hemos enfrentado a este hecho al hacer una búsqueda de información en Google de cualquier tema en el que nos estemos iniciando e inmediatamente se nos ha proporcionado cientos de miles de resultados, con paginas web que, en teoría, están relacionadas con nuestra necesidad de información provocando la llamada infoxicación.

La infoxicación convierte así una oportunidad inmejorable (información al alcance de todos y de manera inminente) en un problema. Lo peor de todo es que tampoco disponemos de un criterio claro del valor de todas estas páginas ya que los buscadores utilizan sus propios algoritmos de búsqueda, que no tienen porqué coincidir con nuestras necesidades.
Pero don't worry,  la infoxicación tiene "cura": la curación de contenidos.

La curación de contenidos es otro de los términos nuevos creados en esta Era Tecnológica en la que vivimos. Se desarrolla esencialmente dentro de la pedagogía virtual y viene a ser la necesidad de localizar, filtrar, modificar y distribuir de forma adecuada, parte de la gran cantidad de contenidos que se generan por Internet.
Juan Arellano publicó en un artículo –“Definiendo la curación de contenidos”– en el que analizaba esta nueva disciplina y ofrecía la siguiente definición: 
“La curación de contenido se entiende como la capacidad por parte de un sistema o del ser humano de encontrar, organizar, filtrar y dotar de valor, relevancia, significatividad, en definitiva, de utilidad el contenido de un tema específico que procede de diversas fuentes (medios digitales, herramientas de comunicación, redes sociales…)”. 
Respecto a la curación de contenidos en educación, la especialista en social media Dolors Reig en la entrevista que dió para el programa Singulars del Canal 33 (2012) habló de los content curators, curador de contenidos o intermediario de conocimiento. Dolores los definió como “un profesional, interno o externo, especialmente implicado con el conocimiento, y que asesorará sobre la información más relevante en el sector”. 
Podríamos decir que un content curator, es un “intermediario crítico del conocimiento”; es alguien que busca, agrupa y comparte de forma continua lo más relevante en su ámbito de especialización con el objetivo de mantener la relevancia de la información que fluye libre o apoyada en herramientas concretas para la creación de entornos informacionales. El content curator es el profesional que se dedica a hacer una selección personalizada y de calidad del mejor contenido y de los mejores recursos sobre temas específicos; es el profesional que propicia un servicio valioso para quienes buscan información de calidad online, según Reig (entrevista en: http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/programa/Dolors-Reig-Cap-a-una-intelligencia-collectiva/video/4020670/).

Para la curación de contenidos el content curator suele apoyarse en herramientas concretas de gestión de contenido que les permiten acceder a contenido de calidad sobre diferentes temas. 
Leyendo información para la realización de esta entrada, me he sorprendido al ver que yo ya hacía uso de alguna de estas herramientas: las infografías, los retweets y los hashtags del Twitter o el compartir  noticias en el muro de Facebook.
Logo extraído de Scoop.it
Sin embargo, hay muchas otras herramientas. En mi caso, ya conocía la herramienta Scoop.it con la que curé contenidos relacionados con el francés como lengua extranjera (FLE). Específicamente se trataban de blogs o páginas web que contenían actividades y/o vídeos didácticos aptos para clase. La decisión de esa elección, en principio, fue la escasez de recursos en FLE y la dificultad con la que me encontraba (y sigo encontrándome) muchas veces a la hora de preparar la clases. 
Logo extraído de 
Sin embargo, para esta nueva actividad he decidido cambiar de herramienta y he realizado la curación con List.ly. La razón de este cambio es, sinceramente, el conocer otra herramienta más que me ayude en mi labor como docente y ampliar mi PLE. List.ly es una aplicación Web por lo que para su uso necesitaremos conexión 3G o Wifi. Está orientada a la curación social de contenidos por medio de listas temáticas colaborativas. Con ella podemos crear listas, pero además permite compartir con cualquier persona, da la posibildidad de coleccionar y compartir todo tipo de recursos, ideas, opiniones o debates publicados en internet, como también podemos hacerlo con Scoop.it.
Pero, si bien ambas son unas aplicaciones muy visuales que tienen muy buen resultado ya que podemos buscar contenidos relacionados con un tema en concreto que nos interese realizados por otras personas y compartirlo en nuestro Scoop.it y nos permiten subir nuestro propio contenido. List.ly nos ofrece una algo cosa más: ¡CALIFICAR! Sí, sí, como leéis. List.ly  es un servicio para puntuar y compartir las mejores listas. Posee listas de temas muy amplios, dentro de  las  cuales tenemos la posibilidad de votar positiva o negativamente los artículos comprendidos. Este servicio nos propone además proponer nuestras propias listas, votar elementos dentro de las ya existentes, añadir nuevos elementos a una lista.
Esta característica puede sernos de gran utilidad en clase por diversas razones:

  • Contiene un componente lúdico e icónico que logra motivar a los alumnos. 
  • Los alumnos pueden crear listas con enlaces a fuentes en Internet, de un tema dado, atendiendo a los requisitos de fiabilidad que demos.
  • Los compañeros pueden votar los enlaces, negativa o positivamente y llevar a cbabo una especia de ránking. 
  • El hecho de poder votar a los compañeros permite la coevalución. Incluso el profesor puede crear una lista con enlaces a proyectos o productos online del grupo y solicitar al alumnado que los vote atendiendo a unos ítems de evaluación previamente establecidos. 
  • Para conocer mejor a nuestro alumnos y poder evaluarlos al principio del curso: podemos presentar una lista de enlaces a vídeos, textos, noticias... de diversos temas, como propuesta y que los alumnos tengan que elegir temas para un proyecto, trabajo o investigación. El alumnado votaría y se elegirían aquellos con mayor aceptación. 
  • Elaborar listas de lecturas, canciones o películas recomendadas elaboradas por los alumnos o el profesor. 

Por sacarle un pero, es que requiere de registro asociado a una Red Social. ¡Pero una vez te has unido crear listas es tan sencillo como hacer Click!  

Creo que es una labor fundamental por parte de los profesores y de los autores que modestamente tratamos a través de las “páginas” de este blog compartir información útil y valiosa para nuestros lectores, que separemos el grano de la paja. Es muy importante que, nosotros como docentes, enseñemos a nuestros alumnos a cribar y filtrar la información que ven en Internet, así como que las familias también lo hagan, pues si queremos desarrollar una sociedad juiciosa y equilibrada éstos deberían aprender a ser críticos con todo lo que leen y/o escuchan.

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