Soy una persona muy curiosa y siempre estoy probando cosillas. Aunque cada día veo que mis conocimientos
son mayores, es cierto que las tecnologías van a tal velocidad que
me es imposible ir al mismo ritmo y siempre hay algún código nuevo que aprender
ya que son infinitos. Entiendo que a día de hoy las redes sociales constituyen
un medio muy importante para transmitir información y por ello hago todo lo posible
por utilizar un lenguaje adecuado en su utilización. Creo que su uso es positivo ya que es una forma de reciclar nuestra actividad profesional, siempre se aprenden cosas. No
sólo con formación nos enteramos de las novedades, también consultando las
comunidades de aprendizaje, de suma importancia pues nos dan ideas
y comparten materiales que a otros les han funcionado y que nos pueden ser
útiles, de ahí la importancia de compartir y del uso de herramientas de trabajo
colaborativo como Google Drive, DropBox, canvas o blogger son las que más
utilizo. Eso sí, teniendo muy presente y siendo conscientes de un tema tan
delicado como es la privacidad. De hecho, ha cambiado la ley de protección de datos
recientemente y ahora los docentes debemos informas de las notas de la
evaluación en plataformas con contraseña de acceso.
La evaluación era mi caballo de guerra cuando
comencé el curso pues este año. Por trabajo, era la primera vez que hacía uso
de la plataforma Moodle como docente y tutora. Debo decir que es ítem en el que
más he avanzado. Ahora sé cómo organizar a los estudiantes en cursos online,
qué herramientas utilizar y qué criterios he de establecer para su correcta evaluación. Si bien otros años he trabajado con eScholarium, plataforma que ya ofrece
este servicio, al ser una novedad para mí, no fui capaz de sacarle todo el
partido.
El único aspecto negativo que veo a la digitalización es la cantidad de
perfiles que podemos tener. Personalmente, tengo varios pero requieren
dedicación constante y plena. Siempre me ha resultado una pérdida de tiempo el
estar actualizándolos y las he usado como mero medio de información y de estar
a la última.
Como he dicho, mi curiosidad me lleva a intentar estar al día de las nuevas
tecnologías, y en cuanto tengo ocasión a ponerlas en práctica. Cada día
introduzco más la tecnología en mi práctica docente, creo que es una buena
herramienta que nos saca de la monotonía de las clases, las hace más dinámicas
y entretenidas, siempre cumpliendo la función de generar conocimiento y
aprendizajes en el alumnado.
En general me ha resultado un curso bastante interesante: he
aprendido lo que es un PLE y a crearla, la teoría de Bono de los 6 sombreros
(incluso me ha dado alguna idea para llevarla a cabo en el aula de idiomas) y a
organizar a los alumnos (que era mi caballo de batalla). Ahora me siento
más segura en cuanto a la tutoría en red (hasta ahora sólo hacía uso de Moodle
o Scholarium como método de almacenamiento de materiales). Aunque ya es tarde
para poder desarrollarlo este año, el próximo curso me propondré ponerlo en
práctica. Es cuestión de seguir formándose y actualizándose